
Cómo fijar los precios de tus productos o servicios
La fijación del precio de venta de tus productos y servicios es, sin duda, una de las actividades más difíciles y determinantes de todas las que debe llevar a cabo un empresario, por cuanto afectan tanto a nuestro potencial de ventas como a nuestro potencial de crecimiento.
Sin embargo, en la gran mayoría de las pymes, la fijación del precio se deja en manos de terceros, ya sean los grandes proveedores, ya sea la competencia. Es decir, dejamos en manos de personas a las que no les importa si vivimos o morimos el elemento fundamental para determinar nuestra capacidad de supervivencia.
Sé que ahora me dirás que es algo que escapa a tu control, que estás limitado porque eres demasiado pequeño para influir en el mercado, y sería cierto si la tozuda realidad no lo desmintiese… sólo fíjate en la diferencia de precio de un café servido en un pequeño bar de barrio y en un Starbucks, ¿crees que es porque el café es mejor en un sitio que en otro?, o si no piensa en porque algunos gimnasios tienen cuotas de 30€ al mes mientras otros la tienen de 100€ o más… y la lista sigue: tiendas de ropa, peluquerías, etc.
El precio es un elemento subjetivo y hace referencia al valor que tu cliente atribuye a tu producto o servicio, y tiene mucho que ver con la forma en que tú percibes y vendes a tu empresa.
El primer paso para fijar el precio de tus productos y servicios es tener claro qué elementos lo conforman, y para ello puedes consultar el siguiente esquema:

Como ves, en la configuración del precio de tus productos y servicios se reflejan los objetivos que persigues como empresa. Y una vez tienes claros tus objetivos llega el momento de establecer las estrategias necesarias para lograrlos.
Así, puedes fijar precios bajos con un objetivo alto de cobertura del mercado, lo que afectará a tu estrategia de costes, de marketing, de elección de canales de venta y distribución, etc., o puedes apostar por un mercado más pequeño y especializado, con márgenes más altos y precios superiores.
Las posibilidades son infinitas y, lo más importante, tú tienes la última palabra así que no dejes nunca que otros decidan por ti lo que tiene que hacer tu empresa ya que si dejas que otros fijen las reglas estarás dejando que sean ellos quienes determinen hasta donde puedes llegar.